Súper ciclo electoral en América Latina: reconfiguración del mapa político regional
El 13 de febrero, el Director Regional para América Latina y el Caribe, Dr Daniel Zovatto, dió una conferencia magistral sobre "Súper ciclo electoral en América Latina: reconfiguración del mapa político regional", en la sede de la Fundación Global para la Democracia y el Desarrollo (FUNGLODE) en Santo Domingo, República Dominicana.
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En la conferencia, el Dr Zovatto proporcionó un balance de los resultados y las tendencias de las 15 elecciones presidenciales que tuvieron lugar en la región entre 2017 y 2019 (tres en 2017: Ecuador, Chile y Honduras: seis en 2018: Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Colombia, México y Brasil; y seis en 2019: El Salvador, Panamá, Guatemala, Bolivia, Argentina y Uruguay). Las elecciones en Bolivia fueron anuladas por serias irregularidades.
Durante su presentación, pronunció un pronóstico económico, social y político de la región. En el frente económico, destacó que, según los informes de CEPAL, la región experimentó un aumento anémico de 0.1 por ciento en 2019, y las proyecciones para 2020 indican que la región continuará experimentando un crecimiento mediocre de 1.3 por ciento, uno de los más bajo del mundo. Este débil crecimiento económico ha impactado otros indicadores sociales regionales, incluido el aumento de la pobreza (30.8%) y la pobreza extrema (11.5%); aumento de la desigualdad en varios países de América Latina y la incapacidad del mercado laboral para generar empleos de calidad. En el frente social, destacó los avances "brutales" en la corrupción en la región y el aumento de los niveles de homicidio. Aunque América Latina representa el 8 por ciento de la población mundial, experimenta el 33 por ciento de los homicidios a nivel mundial.
En el frente político, todas las encuestas regionales muestran la sensación de inquietud con la política y la fatiga democrática que atraviesa América Latina. Los datos del Latinobarómetro de 2018 muestran la "crisis de la mediana edad" por la que atraviesa la democracia latinoamericana: el apoyo a la democracia cayó al 48 por ciento; la indiferencia entre democracia y autoritarismo subió al 28 por ciento; La insatisfacción con la democracia subió del 51 por ciento al 71 por ciento, mientras que la satisfacción cayó del 44 por ciento al 24 por ciento. Este sentimiento de descontento y frustración impacta negativamente en los niveles de confianza hacia las instituciones políticas, y afecta especialmente a los congresos y partidos. Ambas instituciones tienen los niveles más bajos de legitimidad ciudadana: 21 por ciento y 13 por ciento como promedio regional. Estos datos, afirmó, confirman que la distancia de los votantes a los partidos continúa aumentando, así como el gran malestar de los ciudadanos con la política y las élites gobernantes.
En su evaluación de los resultados y las respuestas de los ciudadanos a estos procesos, enfatizó que casi todos los procesos electorales se caracterizaron por un alto nivel de descontento ciudadano con la política y las élites, un fenómeno que describió como "voto de ira". Este sentimiento de inquietud generó en varios países un voto "anti", un voto de castigo y rechazo del gobierno y los partidos, a favor de "mesías o salvadores" que supuestamente vendrían a luchar contra "la vieja política y sus vicios".
En 10 de las 15 elecciones, estaba prevista la posibilidad de ir a una segunda vuelta: Ecuador, Chile, Costa Rica, Colombia, Brasil, El Salvador, Guatemala, Argentina, Uruguay y Bolivia. En todas ellas (se excluye a Bolivia, cuyas elecciones fueron anuladas) salvo en El Salvador y en Argentina, fue necesario ir a un balotaje para definir al presidente; fenómeno que se ha vuelto cada vez más frecuente. En tres casos, Costa Rica, Guatemala y Uruguay, hubo reversión de resultado, es decir que quien ganó en la primera vuelta luego fue derrotado en el balotaje En la mayoría de los casos, los presidentes electos no cuentan con mayoría propia en el Congreso, lo que subrayó, complica la gobernabilidad y dificulta la aprobación de las reformas estructurales (fiscales, laborales, de pensiones, etc.) que muchos de estos países requieren con urgencia. En vista del panorama, explicó que la necesidad de coaliciones para ganar elecciones estaba aumentando, a lo que agregó que "ahora también serán necesarias para gobernar en los sistemas presidenciales".
Al destacar las prioridades para la nueva década, el Dr Zovatto enfatizó que "las promesas ya no son suficientes", lo que se necesita son resultados. La creciente clase media en la región está demandando mejores oportunidades de educación y empleo, mejores sistemas de salud y buenos mecanismos de seguridad pública, entre otras prioridades. Las protestas populares y los movimientos sociales que envolvieron a América Latina a fines de 2019, especialmente en Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia, resaltan la necesidad de negociar un nuevo contrato social, que garantizará disposiciones para un crecimiento equitativo y una mejor distribución de la riqueza. Concluyó su conferencia con el mensaje de que, si queremos evitar una escalada populista y autoritaria peligrosa, es necesario trabajar para mejorar la calidad de la democracia.