Renovemos la promesa democrática en Paraguay
En el marco del día internacional de la democracia, podemos establecer un balance de los avances y desafíos del Paraguay tras más de tres décadas de régimen democrático.
Hay logros importantes. Entre otros, Paraguay se dotó de una Constitución de inspiración democrática que ha generado un consenso político y social. Ha conseguido, a pesar de las crisis, mantener el período quinquenal de sus procesos electorales presidenciales y legislativos. Las elecciones han brindado legitimidad a las autoridades y han incorporado innovaciones valiosas en distintos campos. Siguiendo el diseño constitucional, se han descentralizado instituciones hacia los niveles locales, con autoridades elegidas por el voto popular. En el campo internacional, Paraguay ha tendido a respaldar las causas democráticas.
Sin embargo, también subsisten considerables puntos pendientes que se deben afrontar para mejorar la calidad de la democracia. Varios indicadores coinciden en señalar altos niveles de corrupción, fragilidad institucional, precaria cultura de la legalidad y una persistente baja confianza en las autoridades e instituciones. Asimismo, incide la desigualdad en el acceso a derechos fundamentales, sociales y políticos. En este campo, destaca el déficit en representación política de las mujeres, cuya presencia en cargos electivos se sitúa muy por debajo de la media regional. Afecta también la difícil inclusión en los espacios de decisión, por razones distintas, de jóvenes e indígenas, en tanto que las personas con discapacidad enfrentan numerosos obstáculos.
Para fortalecerse y consolidarse, la democracia paraguaya requiere abordar estos desafíos y problemas. Necesita hacerlo mediante el impulso conjunto entre el Estado, el sistema político y la sociedad civil, cada uno desde su esfera propia, y en coordinación.
El proceso electoral 2022 – 2023 es una prueba importante para la democracia y una oportunidad para mejorar la satisfacción de la ciudadanía con el régimen. En ese sentido, es fundamental incrementar la participación y representación política de las mujeres y apuntalar la igualdad; ampliar los espacios de representación para los jóvenes e indígenas; consolidar las medidas inclusivas para el voto de sectores tradicionalmente excluidos; y generar condiciones para un eficaz despliegue de la observación electoral nacional y externa. Al mismo tiempo, ciertos retos necesitan una atención especial, como el control del financiamiento político; el peligro de la violencia, sea física, digital o por razón de género; y las amenazas de la desinformación digital.
En este Día Internacional de la Democracia, IDEA Internacional ratifica su adhesión a los valores y principios democráticos y en Paraguay, mediante el Programa que ejecuta con apoyo de la Unión Europea, continuará acompañando los esfuerzos de las instituciones y de la sociedad civil para fortalecer las bases del régimen democrático.
La promesa democrática permanece viva en el país. Es la hora de renovar el compromiso con esa promesa.