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Primarias paraguayas consolidan rostros conocidos para la presidencial 2023

Mientras el domingo 18 de diciembre de 2022, el resto del mundo fijó sus ojos en las arenas de Lusail, donde Argentina y Francia dirimían el Mundial en una final destinada a permanecer en los anales por su intensidad y emotividad, Paraguay añadió su propia dosis de emociones con la celebración de las elecciones internas simultáneas de los partidos para escoger las candidaturas para los comicios de abril de 2023.

Aclaración: Las opiniones expresadas en este comentario son las del autor. Este comentario es independiente de intereses políticos o nacionales específicos. Las opiniones expresadas no representan necesariamente la posición institucional de IDEA Internacional, su Junta de Asesores o su Consejo de Estados Miembros.

 

En varios países, las primarias ocupan un lugar secundario, reducidas al cumplimiento de una estorbosa obligación legal a la que deben someterse los partidos, de escaso interés para la ciudadanía. En Paraguay, son un evento político de primer orden, para las organizaciones, los medios de comunicación y el electorado. Al menos, el último semestre de 2022, la agenda política e institucional giró alrededor de los movimientos de cara a las primarias. En ellas, se disputa fuertemente el poder, pues entran en juego las candidaturas a la presidencia, el Senado, las diputaciones, las gobernaciones y las juntas departamentales. En 2022, la novedad fueron las listas desbloqueadas, lo que avivó la búsqueda de sufragios entre corrientes e individualmente dentro de ellas, e incrementó los costos proselitistas.

El Partido Colorado

En la gobernante Asociación Nacional Republicana (ANR), más conocida como Partido Colorado, la cita estaba reservada exclusivamente para afiliados. Lejos de confinarse a un número reducido, eso implicaba la posibilidad de sufragio para aproximadamente 2.6 millones, vale decir más de la mitad de los votantes del padrón nacional (4.8 millones). Esa cifra, de por sí excepcional en cualquier comparación internacional, se complementó con el registro de más de 70.000 candidatos para los cargos electivos de los comicios nacionales e internos partidarios.

La atención se centró en dos cargos. El primero, la candidatura presidencial, a la cual aspiraban Arnoldo Wiens, del ala gubernamental, encabezada por el presidente Mario Abdo, y Santiago Peña, de la corriente opositora, dirigida por el expresidente Horacio Cartes. El segundo, la jefatura de la ANR, para la cual chocaban de manera directa Abdo y Cartes.

El lado opositor colocó el acento en la crítica severa al desempeño del gobierno; el oficialismo, más que una defensa del balance gubernamental atacó a Cartes de representar un modelo económico y político con vínculos con la corrupción e incluso el crimen organizado. La campaña se vio sacudida por la fuerte declaración de Estados Unidos que calificó como “significativamente” corruptos a Cartes y al vicepresidente Hugo Velásquez que, hasta agosto, era el candidato del oficialismo. Tras ese pronunciamiento, el gobierno presionó para que Velásquez deje la postulación y lo reemplazó con el ministro de obras públicas Wiens.

Los datos de la elección colorada se consignan en el Cuadro 1.

 
Cantidad de votos
Porcentaje
Votantes
1.199.050
24.8 / padrón nacional
Santiago Peña – Pedro Alliana
618.651
51.6
Arnoldo Wiens – Juan Brunetti
526.061
43.8
Otros
11.808
0.9
Blancos y nulos
42.118
3.5

 

La interna registró una alta movilización, de 1.2 millones de electores (en otros términos, alrededor de 25% del cuerpo electoral nacional y 45.9% de sus militantes), en línea con las primarias precedentes. Se impuso Santiago Peña (51.6%), delfín y ministro de hacienda del expresidente Cartes, quien, a su vez, superó a Abdo por el liderazgo partidario. Peña, que ya había buscado la nominación en la interna de 2017, derrotó a Wiens (43.8%).

Se ratificó una tendencia de las internas coloradas, el éxito de las corrientes contrarias al gobierno. Wiens reconoció el resultado, abriendo la puerta al denominado “abrazo republicano” que permite cohesionar las filas partidarias hacia las elecciones generales, aun cuando la interna fuera acre -si bien Abdo declaró enfática y repetidamente que, en esta oportunidad, no se daría ese abrazo-.   

La Concertación y las oposiciones

El campo opositor también acudió a las elecciones internas, con reglas distintas a las de la ANR, al menos en dos puntos medulares. Por un lado, su competencia sumó varias organizaciones que se aliaron para el efecto. Por otro lado, la Concertación -como se denominó esa alianza- consiguió que el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) aceptara que usara el padrón general, lo que incluía a sus militantes, a lo no afiliados e incluso a los colorados. En términos prácticos, implicó que, por primera vez, los independientes pudieran sufragar en las internas.

En la Concertación sobresalía el peso y la influencia del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el otro componente del bipartidismo paraguayo. Con la mayor cantidad de militantes y la estructura más completa a nivel nacional de la oposición, presentó varios binomios. El Partido Patria Querida (PPQ) compitió con una dupla.

A diferencia de la enconada campaña colorada, la de la Concertación discurrió por sendas más apaciguadas, menos controvertidas. El intríngulis anidó en la vinculación con el Frente Guasú (FG), del expresidente Fernando Lugo. Antes de su accidente cerebrovascular, que implicó su retiro de la campaña, el FG parecía encaminarse a una cierta presencia, si bien la conformación del binomio del líder liberal Efraín Alegre con Soledad Núñez, considerada de línea conservadora, generó malestar. A partir de allí, el FG se dividió entre un ala que permaneció en la Concertación y otra que competió por fuera, con la candidatura de Euclides Acevedo y Jorge Querey.

Los datos de la elección de la Concertación se resumen en el Cuadro 2.

 
Cantidad de votos
Porcentaje
Votantes
588.545
12.1 / padrón nacional
Efraín Alegre – Soledad Núñez
348.873
59.2
Hugo Fleitas – Bruno Balmelli
100.325
17
Martín Burt – Luz Borja
74.471
12.6
Otros
37.920
6.7
Blancos y nulos
26.956
4.5

 

La participación en la interna de la Concertación, también importante, no alcanzó la mitad de la conseguida por los colorados, repitiendo un patrón conocido. Ello implicó que la Concertación no consiguió una movilización masiva de electores independientes.

En la distribución de las preferencias, dominaron los candidatos liberales, ocupando los tres primeros lugares, y, dentro de ellos, Alegre emergió como claro ganador (59.2%). De esta manera, se presenta como el principal retador colorado por tercera vez consecutiva, teniendo, como principal desafío, sumar a su proyecto a la mayor cantidad posible de fuerzas y voces opositoras.

Rumbo a abril de 2023

La primaria ha concluido y deja frente a frente para la elección de abril de 2023 a dos partidos con una historia centenaria, colorados y liberales, éstos al comando de una galaxia opositora que cubre un arco de izquierda a derecha; y dos candidatos con trayectoria conocida para la ciudadanía: Peña (1978) y Alegre (1963). En juego: la permanencia de la ANR en el poder o la segunda alternancia de la democracia paraguaya. 

 

Este artículo fue cedido para ser publicado en Café Semanal Latam.

 

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Acerca de los autores

Salvador Ignacio Romero Ballivián
Head of Programme, Paraguay
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