Petición a los representantes de las naciones democráticas que se abstengan del programa de visitantes electorales de Rusia

Desafortunadamente, Rusia ha decidido una vez más no invitar a organizaciones internacionales de observación electoral, imparciales y profesionales, establecidas desde hace mucho tiempo, como la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE/OIDDH), a observar las próximas elecciones. elección'. En cambio, las autoridades rusas afirman engañosamente haber invitado a "entre 500 y 1.000 observadores internacionales de más de 100 países", que en realidad no representan misiones de observación sino un programa de visitantes.

Es importante diferenciar entre un programa de visitantes y una misión de observación electoral internacional. Un programa de visitantes no es una misión de observación electoral, sino un programa diseñado por un organismo de gestión electoral para mostrar una instantánea de un proceso electoral desde su perspectiva. Además, un programa de visitantes no sigue una metodología sistemática para examinar un proceso electoral determinado para determinar si cumple con los estándares internacionales para elecciones libres y justas. En consecuencia, los participantes de los programas de visitantes no deben permitir que sus hallazgos sean presentados y promocionados como los de una misión internacional de observación electoral.

Una misión internacional de observación electoral creíble tiene pleno acceso a los procesos electorales, incluso después del día de las elecciones, a las partes interesadas en todo el territorio y durante todo el ciclo electoral, y se comporta con absoluta imparcialidad. Dichas misiones deben seguir los métodos establecidos y los altos estándares, consagrados en la Declaración de Principios para la Observación Internacional de Elecciones, respaldada en 2005 por las Naciones Unidas y actualmente compartida por casi 50 organizaciones internacionales e intergubernamentales.

En especial: 

• La observación electoral internacional es la recopilación sistemática, integral y precisa de información sobre las leyes, procesos e instituciones relacionados con la celebración de elecciones y otros factores relacionados con el entorno electoral general; el análisis imparcial y profesional de dicha información; y la extracción de conclusiones sobre el carácter de los procesos electorales basadas en los más altos estándares de exactitud de la información e imparcialidad del análisis.
• Las misiones internacionales de observación electoral no deben aceptar financiación o apoyo de infraestructura del gobierno cuyas elecciones se están observando, ya que puede generar un importante conflicto de intereses y socavar la confianza en la integridad de las conclusiones de la misión. Las delegaciones internacionales de observación electoral deben estar preparadas para revelar las fuentes de su financiación cuando se les solicite apropiada y razonablemente.
• Dichas misiones deben garantizar que ninguna autoridad gubernamental, de seguridad o electoral interferirá en la selección de observadores individuales u otros miembros de la misión internacional de observación electoral ni intentará limitar su número.
• Las misiones internacionales de observación electoral deben buscar y pueden exigir la aceptación de su presencia por parte de todos los principales competidores políticos.
• La observación electoral internacional examina las condiciones relativas al derecho a votar y a ser elegido. Todas las misiones de observación deben hacer esfuerzos concertados para ubicar el día de las elecciones en un contexto más amplio y no enfatizar demasiado la importancia de las observaciones del día de las elecciones ignorando el resto del proceso.

Los visitantes a los que se refieren las autoridades rusas no podrán realizar su trabajo en las condiciones previstas en la Declaración de Principios para la Observación Internacional de Elecciones. IDEA Internacional pide a las autoridades electorales y otros representantes de todas las naciones democráticas que se abstengan de programas de visitantes que puedan ser tergiversados ​​como misiones de observación electoral para las "elecciones" rusas.