Perú: Análisis longitudinal de las elecciones presidenciales 2001-2021
En este artículo se propone realizar un análisis longitudinal de los resultados de elecciones presidenciales peruanas desde 2001, con el propósito de verificar la existencia de patrones supuestamente anómalos que, desde diversos sectores, se utilizaron como evidencia para señalar una manipulación sistemática de votos (fraude) durante las elecciones generales del 2021.
Este artículo no tiene como propósito establecer si hubo manipulación sistemática de los resultados para favorecer a un candidato o candidata en particular sino la verificación de si los resultados electorales a lo largo del tiempo se asemejan o difieren de los que se produjeron en la segunda elección presidencial de 2021.
Los datos analizados para este artículo incluyen los siguientes bases de datos: información de expedientes de actas observadas e impugnadas de las últimas 3 elecciones de primera y segunda vuelta: 2011, 2016 y 2021 (en cada una de estas tablas se especifica el número de acta observada, el tipo de observación, tipo de error material, el número local de votación y la ubicación geográfica); y la información de resultados electorales de las elecciones 2001 al 2021 (para la elección presidencial, primera y segunda vuelta; del 2006 al 2021 se entregó la información a nivel de acta electoral; la información de la elección 2001 está agrupada por distrito).
Después de conocidos los resultados de la segunda vuelta presidencial de 2021 el partido Fuerza Popular denunció la posible existencia de una manipulación de votos. Estas denuncias fueron acompañadas por impugnación de actas. El gráfico 1 demuestra el número de actas impugnadas en elecciones presidenciales desde el 2001. Como se puede apreciar el número de actas impugnadas durante esta elección no tuvo precedentes.
El Jurado Nacional de Elecciones de Perú (JNE) declaró infundada la totalidad de los pedidos de impugnaciones. Sin embargo, en el debate público se instauró la narrativa de un posible fraude electoral que fue discutida en medios de comunicación y redes sociales. Todos los argumentos que buscaban avalar la idea de un fraude electoral se basaban en la presencia de comportamientos que a primera luz parecían inusuales. Es decir, comportamientos poco probables. En las siguientes secciones se discuten los argumentos más comunes utilizados por políticos y medios de comunicación. Se utilizó la información de las elecciones pasadas para corroborar si el patrón sugerido es inusual o es una tendencia en nuestras elecciones presidenciales.
Es importante señalar que en este informe analizamos declaraciones que pueden ser corroboradas con información existente. Existieron otro tipo de denuncias o señalamientos para los cuales no se presentó evidencia, y/o que no pueden ser corroborados; como, por ejemplo, las denuncias de masivas falsificaciones de firmas de miembros de mesa.
Comportamientos fuera del patrón del local
En redes sociales y medios de comunicación se señalaba como un argumento de posible manipulación que algunas actas tengan un comportamiento distinto al del local de votación. Por ejemplo, se mencionó como un hecho ‘sospechoso’ que existieran “locales donde una candidatura gana solo 1 mesa del total de local''. Es decir, según esta afirmación, resultaba anómalo que, en un local de votación, un candidato gane solo en una de las mesas.
La lógica de esta denuncia se sustenta en que un local con una distribución tan sesgada (todas las mesas, excepto una, ganadas por un candidato/a) no corresponde con el resultado nacional donde la distribución de votos total fue bastante pareja (49.85% vs. 50.15%).
Sin embargo, como vemos en el gráfico 2, este hecho se presentó en proporciones similares en las segundas vueltas presidenciales pasadas. Incluso —y contrario al argumento esbozado— esto fue menos común en la elección de 2021 que en las anteriores.
El siguiente gráfico nos muestra la distribución de mesas ganadas, por local de votación, por alguno de los contendores durante la segunda vuelta presidencial. Como se puede ver, los patrones presentes en las elecciones generales 2021 no son extraños a elecciones anteriores. Si bien se puede notar que en las elecciones generales 2021 encontramos un número superior de locales donde un candidato/a ganó el 100% de las mesas debido al aumento de locales con menos de 10 mesas (ver gráfico 3).
Cambios de preferencias
Un segundo grupo de señalamientos se enfocó en los cambios de preferencias electorales; sobre todo, comparando los resultados de primera y segunda vuelta. Por ejemplo, mesas donde un candidato/a obtuviese la mayor cantidad de votos en primera vuelta, es decir ganará esa mesa, sea superado por su contendor en segunda vuelta se señaló como un comportamiento sospechoso.
En las elecciones del 2021 cerca del 12% de las mesas tuvieron ese patrón. Sin embargo, como vemos en el gráfico 4, estos cambios no son ajenos a las elecciones presidenciales anteriores. Esto se debe a que entre primera y segunda vuelta los candidatos realizan campaña electoral lo que afecta las preferencias de los electores, más aún en un país como Perú con poca identificación partidaria y una estructura muy débil de partidos políticos.
En todo caso, y contrario al argumento presentado como atípico, en esta elección hubo un porcentaje menor de mesas donde, el partido que obtuvo la mayor preferencia en la primera vuelta la perdió en segunda.
Mesas en la cuales las preferencias electorales se invirtieron
De manera similar al patrón descrito en la sección anterior, en medios de comunicación y redes sociales se presentaron como evidencia de sospecha algunas mesas donde alguna de las candidaturas que pasaron a segunda vuelta y que obtuvieron mayor votación durante la primera recibieron 0 votos en la segunda. Así, en medios y redes se tomaba como algo fuera de lo común: “Actas donde el que iba primero en primera vuelta no recibe ningún voto en segunda”.
Sin embargo, como podemos observar en el gráfico 5, esto es un comportamiento presente en elecciones anteriores, incluso durante las elecciones presidenciales del 2011 es donde se pudo apreciar el mayor número de mesas con este tipo de cambio.
En línea con el argumento anterior, se mencionó como un hecho extraño que el candidato/a que obtuvo la mayor cantidad de votos en un distrito obtuviese 0 votos en alguna mesa de ese distrito. Sin embargo, vemos que este hecho es recurrente en las elecciones presidenciales. El gráfico 6 muestra el número de mesas donde el ganador del distrito obtuvo 0 votos tanto en primera como segunda vuelta. Incluso, en las elecciones del 2001 se presentó el mayor número de mesas con este patrón.
Cambios en los votos blancos
En una entrevista televisada, Lourdes Flores Nano, reiteró que su equipo de especialistas encontró actas en las cuales en la primera vuelta se registró alrededor del 30% de votos blancos mientras que en la segunda vuelta se registró 0% de votos blancos[1]. Sin embargo, como se puede apreciar en el gráfico 7, este comportamiento se ha presentado en elecciones anteriores. Incluso, la elección con el mayor porcentaje de mesas con el mencionado cambio se dio durante las elecciones del 2011. En el gráfico 7 podemos apreciar que la reducción de votos blancos/nulos entre primera y segunda vuelta se presenta en la mayoría de las mesas.
Distorsiones “estadísticas”
En medios de comunicación y redes sociales se compartieron diferentes análisis que argumentaban supuestas irregularidades debido a que las votaciones de un grupo de actas escapaban a un comportamiento ‘normal’ o mostrarían una ‘distorsión estadística’. En ese sentido Lourdes Flores comentó que un grupo de especialistas analizó las actas observadas ya que están diferirá de la ‘estadística de votación’. Por otro lado, el usuario de Twitter “rburhum” compartió un análisis donde mencionaba que habían encontrado 4676 actas que escapaban el comportamiento ‘normal’ y por lo tanto son sospechosas.
En los casos mencionados el supuesto es sospechar de las actas cuyas votaciones no tengan un comportamiento similar al promedio de su local de votación. Este supuesto asume, erróneamente, que el proceso generador de datos es un proceso aleatorio cuya distribución ‘natural’ es normal.
Los factores que determinan el voto de las personas son muy complejos, y el comportamiento electoral puede verse influido por factores estructurales, individuales e incluso por estímulos externos, como las campañas políticas.
Por lo tanto, no es extraño que algunas mesas se comporten distinto a otras en un mismo local o distrito.
Ninguno de los análisis compartidos en redes sociales y/o medios de comunicación publicó su metodología o los datos que usaron. Sin embargo, he tratado de reconstruir ese análisis usando las declaraciones y publicaciones hechas. He utilizado como medida estandarizada la puntuación z que representa la distancia, en desviaciones estándares, de la votación de cada acta al promedio de su distrito. Para clasificar las actas como sospechosas he identificado aquellas actas que tienen una distancia mayor a 1.96 puntos z. El corte seleccionado es la convención usada en pruebas estadísticas, ya que en una distribución normal el 95% de los casos se encuentran a +- 1.96 desviaciones estándares del promedio.
Como se puede apreciar en el gráfico 8, los casos en los que tenemos mesas que se alejan del centro de la distribución usualmente más de lo debido se han presentado en todas las elecciones presidenciales analizadas. El porcentaje de actas que presentaron esta característica representan menos del 5% de las actas escrutadas para las elecciones de segunda vuelta 2021.
En proporción, estas actas representan porcentajes pequeños del total de las actas. Como se puede apreciar del gráfico 9, en ninguna elección estas actas representaron más del 7%.
Por otro lado, es importante señalar que en ninguna de las elecciones analizadas se presentó un patrón en el partido que obtuvo la mayor cantidad de votos. En otras palabras, en todas las elecciones analizadas, las actas que supuestamente eran sospechosas se distribuyeron de manera similar entre los dos partidos en competencia (ver gráfico 10).
A manera de conclusión
Para este artículo hemos realizado un análisis longitudinal de los resultados de las elecciones a nivel de acta.
Hemos demostrado que los comportamientos catalogados como inusuales para en la segunda elección presidencial peruana de 2021, se han presentado en elecciones anteriores.
La data recogida y analizada nos conduce a concluir por un lado que, los comportamientos anómalos presentados como evidencia de un supuesto fraude electoral no son extraños a las elecciones presidenciales: por otro lado, al contrastar la data con las afirmaciones presentadas en redes sociales y medios de comunicación se deduce que estás no sería evidencias de una manipulación sistemática de las preferencias electorales.