En una sociedad todavía patriarcal y machista, Bolivia logró establecer la paridad política en la normativa nacional, pero eso no resuelve las dificultades que deben confrontar las mujeres para estar presentes en la política. Y no solo se trata de la violencia y el acoso político sino también de la enorme carga del cuidado que asumen las mujeres de casi exclusiva por el peso de la cultura patriarcal.
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Jacqueline Pozo, una mujer cochabambina, joven y madre, es actualmente asambleísta departamental. A pesar de las enormes dificultades que supone el ejercicio de la política para una mujer, llegó a ser presidenta de la Asamblea Legislativa Departamental y supo impulsar la Ley de Violencia Contra la Mujer en su departamento.
“Definitivamente para nosotras las mujeres, la política es un campo de batalla, cada vez buscan cómo cerrarnos espacios y lo hacen de manera natural, no se dan ni cuenta de lo que está mal al no vernos como iguales. El apoyo de IDEA Internacional para fortalecer mi liderazgo joven y de mujer me ha dado herramientas para subsistir en este campo de batalla y lograr mis objetivos”, comentó Jacqueline Pozo.
En otro rincón del país, Mariela Baldivieso, una mujer joven, tarijeña, madre y activista por los derechos de los niños, logró destacarse cómo ciudadana ejemplar en su departamento, siendo un pilar clave en las campañas nacionales para llegar a ser Diputada Nacional. Mariela comenzó como una joven activista desde muy temprana edad, llega a la vida política para potenciar su capacidad de incidencia y el 2020 es electa. “A mi en particular, IDEA Internacional me ha dado luz para entender que la política formal me iba a dar las herramientas para poder incidir de manera real, me ha brindado herramientas para que mis capacidades sean más fuertes y no se me limite como joven ni mujer en el ámbito político”.
IDEA Internacional en Bolivia generó procesos de fortalecimiento en capacidades de incidencia en mujeres y jóvenes, en los que Jaqueline Pozo y Mariela Valdivieso participaron. Estos espacios les dieron herramientas para poder ejercer sus derechos políticos con mayor fuerza, generar su perfil político y lograr sus objetivos de incidencia. Ambas activistas por los derechos lograron entrar a la política formal para generar verdaderos cambios en las políticas públicas, utilizando sus espacios de poder para incidir de manera real y directa en los temas que más les inquietan.
Todas las herramientas que se les brindó desde el Proyecto Democracia, Género y Juventudes, financiado con el apoyo de la embajada de Suecia, fueron claves para su vida política, independientemente de su distinta identidad o afiliación partidaria, pues las dificultades y desafíos que han tenido que confrontar son básicamente similares. En estos espacios, estas dos mujeres lograron tomar las riendas de la política pública influyendo el desarrollo de una legislación innovativa en el país.
