Las elecciones y la Covid-19: la Observación Electoral Internacional en 2020
Las Misiones de Observación Electoral (MOE) se han convertido en un elemento habitual de la escena electoral internacional. Las elecciones que se llevan a cabo en todo el mundo son cada vez más objeto de supervisión, lo que significa que la observación electoral se ha aceptado de manera generalizada a escala mundial y se describe comúnmente como una norma internacional. Así, sirve para recopilar información sobre problemas que ocurren en los procesos electorales, como el fraude electoral y la negación de los derechos democráticos.
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Aclaración: Las opiniones expresadas en este comentario son las del autor. Este comentario es independiente de intereses políticos o nacionales específicos. Las opiniones expresadas no representan necesariamente la posición institucional de IDEA Internacional, su Junta de Asesores o su Consejo de Estados Miembros.
La observación electoral y, por ende, las MOE, se han convertido en parte integral de los procesos electorales en todo el mundo. La Observación Electoral Internacional brinda a los países la oportunidad de que sus procesos electorales sean evaluados por sus “pares” contando con la presencia de observadores electorales, procedentes tanto de organizaciones nacionales de la sociedad civil como de la comunidad internacional. Las MOE identifican las deficiencias en un proceso electoral, evaluándolo con respecto a la legislación nacional y las normas y los estándares internacionales sobre elecciones. Gracias a ellas se consigue que los gobiernos pertinentes rindan cuentas sobre cómo gestionan el proceso electoral, y se fomenta su buen funcionamiento. Además, a través de las recomendaciones que formulan, asesoran a fin de que las elecciones se realicen en las mejores condiciones.
Sin embargo, con la estricta limitación de los desplazamientos aplicada en 2020 debido a la Covid-19, las MOE se enfrentaron a dificultades sin precedentes como resultado de la pandemia. ¿Qué dificultades tuvieron las MOE en 2020 en términos de su despliegue? ¿Incluyeron las MOE medidas de salud y seguridad como parte de su metodología? ¿Cómo se están adaptando las MOE a las restricciones de la Covid-19 y qué innovaciones hubo? Este artículo contribuye a responder estas preguntas presentando información sobre la Observación Electoral Internacional realizada en 2020. Se recopilaron datos de 38 informes de MOE (tanto preliminares como finales) sobre 28 países en los que observaron elecciones nacionales entre marzo y diciembre de 2020. Estas fueron la gran mayoría de MOE que tuvieron lugar durante la pandemia de 2020.
El presente análisis se incluye en una serie que ha cubierto otros aspectos del ciclo electoral, como las limitaciones en campaña, la salud y la seguridad en los centros de votación y las disposiciones electorales especiales. Forma parte de un estudio en curso realizado entre IDEA Internacional y el Electoral Integrity Project sobre la Covid-19 y las elecciones.
¿Cancelación o limitación? Las opciones de las MOE
La pandemia de la Covid-19 ha planteado retos a las formas tradicionales de realizar las MOE. Un informe de la British Academy de agosto de 2020, al que contribuyeron dos de los autores de este artículo, sugería que las MOE tenían efectivamente cuatro opciones disponibles para responder a la Covid-19. Estas eran:
- No realizar la observación
- Realizar la observación tradicional
- Realizar la observación con ciudadanos extranjeros que viven en el país
- Realizar la observación de manera virtual y mediante asociaciones
La ventaja de no realizar la observación era que se eliminaría cualquier riesgo para la salud, si bien a costa de eliminar el escrutinio del proceso electoral. La observación tradicional permitía el escrutinio con una alteración mínima de los procesos normales, si bien esto también maximizaba los riesgos para la salud de los observadores, el personal electoral y los votantes, al tiempo que no se conseguía innovar en cuanto a la observación. Pese a que recurrir a expatriados permite reducir los costos y limitar la propagación mundial de la COVID, esta opción reduce el perfil, el nivel de experiencia y la eficacia de la MOE. La observación virtual y mediante asociaciones podría representar un fortalecimiento de los grupos de la sociedad civil, minimizando al mismo tiempo la propagación mundial del virus, aunque podría darse un escaso control externo de las metodologías de observación. En la mayoría de estas opciones, los desplazamientos nacionales para llevar a cabo la observación todavía seguían acarreando riesgos para la salud y la propagación del virus.
Se pueden encontrar pruebas de varias de estas estrategias. Dados los aparentes riesgos para la salud tanto de los observadores como de los ciudadanos y los funcionarios con los que se juntaban, en general muchas misiones de observación no pudieron llevar a cabo la observación electoral sistemática y exhaustiva, ya que existían prohibiciones de circulación internacionales y nacionales u otras restricciones relativas a los desplazamientos. En algunos casos, especialmente al inicio de la pandemia, las MOE planificadas se cancelaron completamente debido a las regulaciones de cuarentena para los visitantes extranjeros, así como por el aumento de los costos.
La UE cambió su enfoque evaluando cada situación individualmente y lo más cerca posible de la fecha del despliegue de una misión. El daño potencial de no acudir se contrastó con la seguridad del personal y los riesgos para la reputación. En 2020, la UE desplegó cuatro MOE, en comparación con trece en 2019 y catorce en 2018. La UE no pudo enviar una misión de observación a gran escala a Bolivia debido a los riesgos de que los observadores pudieran contraer la Covid-19 o transmitirla, lo que hubiera causado graves repercusiones políticas. En lugar de ello, la UE cambió el formato y envió una pequeña misión de expertos únicamente a la capital para evaluar el proceso electoral. La misión de la UE para observar las elecciones generales y regionales de marzo celebradas en Guyana también se redujo a 11 días, ya que el personal tuvo que ser evacuado debido a la pandemia.
Muchas de las MOE —reducidas tanto en número como en tamaño— que pudieron desplazarse visitaron un número limitado de centros de votación en todo el país o se centraron únicamente en su capital. Desplegar observadores en diferentes lugares y no solo concentrarlos en la capital es importante para asegurar que existe un equilibrio de cobertura entre las diferentes regiones. En los casos de Croacia, Serbia y Rumania, las misiones se limitaron a la capital, mientras que en las misiones llevadas a cabo en Moldova, Macedonia del Norte, Polonia, Montenegro, Georgia y Kirguistán solamente se visitó un número limitado de centros de votación.
Debido a la pandemia de coronavirus, la ANFREL no pudo realizar una observación electoral debidamente durante las elecciones de Sri Lanka. La MOE tuvo que reducir su misión y los observadores desplegados tuvieron que pasar 14 días de cuarentena. También hubo problemas para viajar debido a la ausencia de vuelos. Asimismo, la ANFREL tuvo que realizar una evaluación de las elecciones de Sri Lanka mediante entrevistas remotas con expertos y voluntarios locales.
En Trinidad y Tabago, antes de las elecciones generales del 10 de agosto de 2020, ni la Comunidad del Caribe (CARICOM) ni la Commonwealth pudieron enviar MOE, ya que se enfrentaban a limitaciones financieras para pagar el costo del período de cuarentena de 14 días exigido a los visitantes extranjeros. Las restricciones de cuarentena también impidieron a la Commonwealth desplegar una MOE en Saint Kitts y Nevis durante las elecciones generales de junio de 2020. Por otro lado, la CARICOM desplegó un equipo de tres observadores que se sometieron a pruebas para detectar la Covid-19 a su llegada, dos días antes de las elecciones.
¿Están adaptándose las MOE a las restricciones por Covid-19?
Algunas MOE han adoptado estrategias más innovadoras como respuesta a la pandemia y han optado por trabajar virtualmente y colaborar más con los observadores nacionales. En Myanmar, la misión de observación del Centro Carter desplegó varios expertos de su equipo central que trabajaron remotamente mientras colaboraban estrechamente con ciudadanos de Myanmar que se desempeñaban como observadores a largo plazo. En la segunda vuelta del proceso de votación presidencial de Malawi, la Secretaría de la Commonwealth recurrió a la supervisión virtual en asociación con organizaciones locales que pudieron recopilar datos. Para las elecciones de Tanzanía y Seychelles, la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) organizó consultas virtuales en lugar de desplegar una MOE. Por otra parte, la SADC también elaboró directrices para la observación de elecciones en situaciones de emergencia de salud pública.
Muchos de los países que celebraron elecciones en 2020 incorporaron restricciones en las campañas, así como medidas de salud y seguridad. Como parte de su metodología de observación, la mayoría de MOE supervisaron el cumplimiento de estas medidas que hacían las partes interesadas así como, en cierta medida, su ejecución. Sin embargo, en 2020 hubo algunas MOE que no informaron sobre la Covid-19 (véase la tabla 1).
Tabla 1. Informes de las Misiones de Observación Electoral Internacional por países
Fuente: de los autores, tabla generada utilizando informes preliminares y finales de MOE.
Conclusión
Si bien se han cancelado muchas MOE, la pandemia también está proporcionando un incentivo, aunque sea por necesidad, para que las organizaciones de observación electoral aceleren las innovaciones en metodología y los enfoques de su misión. Cuando esto conlleva crear vínculos con organizaciones nacionales, puede contribuir a fomentar y crear capacidad entre las organizaciones de la sociedad civil para supervisar las elecciones. Y cuando esto ha implicado el uso de medios remotos o virtuales, estos bien pueden estar alcanzando nuevos límites en lo que podría ser factible con las MOE. Hay peligros evidentes con estos dos avances aparentes. Entre ellos se incluyen la asociación excesiva con intereses particulares de la sociedad civil a costa de la exclusión de otras facetas de la política de un país. También está la cuestión de los límites borrosos que hay entre el propósito y los objetivos de las Misiones de Observación Electoral Internacional y de los ciudadanos observadores que colaboran con ellas. O tal vez también depender demasiado de la tecnología, en los casos en que las interacciones humanas y específicas del contexto pueden proporcionar una mejor vigilancia. Sin embargo, con las MOE, al igual que con otros aspectos de los procesos electorales, políticos y socioeconómicos, la pandemia promete ser una fuente de retos extremos y de innovaciones en el futuro.
Principales conclusiones sobre las Misiones de Observación Electoral Internacional
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