HABLAMOS CON | KEVIN CASAS-ZAMORA
En el caso de la situación de la democracia en el mundo, el mensaje general es que la democracia está enfrentando graves retos, como posiblemente no se había visto desde los años 30 del siglo pasado. Esos retos estaban ahí desde antes de la pandemia, y la pandemia fundamentalmente lo que ha hecho, como en tantas otras cosas, es acelerar y magnificar esos retos; particularmente en aquellos países donde la democracia y el Estado de derecho ya estaban bajo asedio antes de la pandemia.
En IDEA Internacional han publicado hace unos meses el informe “El estado de la democracia en las américas 2021”. ¿Podría decirnos cuál es la valoración que hace IDEA Internacional de las democracias en el mundo y en particular en América Latina?
En el caso de la situación de la democracia en el mundo, el mensaje general es que la democracia está enfrentando graves retos, como posiblemente no se había visto desde los años 30 del siglo pasado. Esos retos estaban ahí desde antes de la pandemia, y la pandemia fundamentalmente lo que ha hecho, como en tantas otras cosas, es acelerar y magnificar esos retos; particularmente en aquellos países donde la democracia y el Estado de derecho ya estaban bajo asedio antes de la pandemia.
Al igual que con las personas, la COVID-19 ha sido particularmente agresiva con aquellos países, con aquellos sistemas políticos, que tenían condiciones preexistentes.
¿Cómo se ve la magnitud de esos retos? Lo vemos en primer lugar, en que el número de democracias en el mundo ha bajado, cosa que no era el caso cuando publicamos el informe hace dos años y el número de democracias seguía subiendo y ahora ha bajado. En el curso de la pandemia hemos perdido 3 o 4 democracias en el mundo, en lugares como Myanmar, Serbia, Costa de Marfil. Se han perdido países que eran democráticos y dejaron de serlo en el curso de la pandemia. Hay un retroceso en el número de democracias, pero sobre todo, más que una cuestión cuantitativa hay un aspecto cualitativo, que es que la calidad de la democracia en el mundo se está deteriorando rápidamente. Imagínese usted, en la presentación que hice esta mañana con la Fundación Carolina, decía que en el informe nosotros usamos un concepto bastante expansivo de la democracia que la desagrega en veintiocho atributos; y hablamos de erosión democrática cuando uno de esos atributos, al menos uno, se deteriora de manera estadísticamente significativa en un período de cinco años en un país. La erosión democrática definida así, afectaba al 12% de las democracias hace diez años; en este momento está afectando al 43%. Y si a eso le sumamos que algunos de los casos más graves de erosión democrática, lo que nosotros llamamos retroceso democrático, que son los casos en los que la democracia es subvertida desde adentro, usualmente por gobiernos electos por las urnas, como en el caso de Turquía, Hungría, Filipinas, está afectando a países cada vez más importantes y cada vez más grandes, como la India, Brasil y Estados Unidos. Realmente el fenómeno del retroceso democrático ha alcanzado una dimensión que antes no tenía.
Continuar leyendo la entrevista en la web de la Fundación Carolina.