¿Cuál es el estado de la democracia en Panamá?
En Panamá, la oficina país del convenio con el Tribunal Electoral organizó con el Instituto de Estudios Democráticos del propio Tribunal un evento de lanzamiento en donde Alicia Del Águila, oficial de programa de IDEA Internacional para América Latina y el Caribe, presentó el informe y Eduardo Núñez, director del National Democratic Institute (NDI) en Guatemala, valoró las implicaciones de este durante una conferencia.
De acuerdo con los datos más recientes del Índice del Estado Global de la Democracia (GSoD), Panamá presenta un buen desempeño en la categoría de Representación, y un rendimiento medio en las áreas de Derechos, Estado de derecho y Participación.
En particular, Panamá se sitúa entre el 25% superior de los países a nivel mundial en la categoría de Representación, lo que incluye indicadores clave como Elecciones creíbles, Partidos políticos libres, Gobierno electo y Libertades civiles. Estas libertades abarcan subindicadores esenciales como la Libertad de expresión, Libertad de asociación y Reunión y Libertad de movimiento. Además, el país se destaca en aspectos como la Integridad personal y Seguridad y la Participación electoral, factores que refuerzan su estabilidad democrática en estos ámbitos.
En los últimos cinco años (2018-2023), Panamá no ha registrado cambios estadísticamente significativos en la mayoría de sus indicadores. No obstante, el informe señala una disminución importante en la Igualdad económica, atribuida al aumento de la exclusión de grupos socioeconómicos y a una distribución desigual del poder entre diferentes estratos sociales.
De los 173 países evaluados en este informe, Panamá ocupa el 38º lugar a nivel mundial en la categoría de Representación, el 65º en Derechos, el 76º en Estado de Derecho y el 62º en Participación. Si bien el país ha mantenido un desempeño estable en áreas clave, el desafío de mejorar la equidad económica sigue siendo una cuestión pendiente y prioritaria.
El análisis destaca que, aunque Panamá tiene un buen desempeño en términos de representación y libertades civiles, persisten desafíos significativos en términos de inclusión y equidad social. Estos resultados subrayan la importancia de seguir avanzando hacia un modelo más inclusivo que permita una distribución más equitativa de oportunidades y recursos en el país, sólo así se logrará conseguir un desarrollo social y una democracia de calidad.