Fragmentación partidaria y presidencialismo de coalición en América Latina
La literatura especializada ha advertido repetidamente sobre el riesgo de los sistemas multipartidistas y de la falta de apoyo legislativo del presidente para la estabilidad de los regímenes democráticos (Linz, 1990; Mainwaring, 1993; Mainwaring & Shugart, 1997, entre otros).
En un trabajo reciente publicado en Política y Gobierno, retomamos este debate. La investigación analiza en el largo plazo la fragmentación de los sistemas de partidos, la evolución de los respaldos legislativos hacia el presidente y la formación de coaliciones en América Latina. Para ello, presentamos una base de datos original que denominamos parties, disponible al público en el paquete de R partiesAL, y que contiene la composición partidaria por año de los congresos de 20 países latinoamericanos y de Estados Unidos desde 1925 hasta 2019. Esta base de datos posee un notable potencial comparativo, ya que posibilita la construcción de indicadores convencionales sobre la estabilidad del régimen político, la edad de los partidos, la fragmentación partidaria, el respaldo del presidente en el Congreso y la formación y supervivencia de coaliciones, entre otros.
La información ha sido recolectada a lo largo de varios años, en forma colaborativa y a través de diversas fuentes. Aunque existen otras bases de datos comparadas muy valiosas, con información de partidos políticos (como V-Party o DPI por mencionar algunas muy prestigiosas), no hemos identificado alguna, disponible para el público, con el potencial de reconstruir las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo a nivel de los partidos políticos con representación en el parlamento, con la misma amplitud temporal (95 años), cobertura geográfica (21 países) y granularidad (datos anuales y, en ciertos casos, desglosados por facciones dentro de los partidos) que tiene parties.
Sistemas de partidos en América Latina
En la literatura sobre el régimen de gobierno y la democracia en América Latina inicialmente se argumentó que el multipartidismo representaba una amenaza para los regímenes presidencialistas competitivos. Sin embargo, aquí presentamos evidencia de que, hasta la década de los ochenta, el sistema de partidos en América Latina exhibía una baja fragmentación. Es a partir de la tercera ola de democratización que se evidencia un crecimiento continuo en la fragmentación de estos sistemas. A pesar de este aumento, se ha observado un incremento en la formación de coaliciones de gobierno, lo cual ha proporcionado un respaldo legislativo a los presidentes.
El gráfico a continuación ilustra el promedio anual del Número Efectivo de Partidos en la Cámara Baja para toda la región. En este gráfico se identifica una tendencia general al alza en la fragmentación de los sistemas de partidos latinoamericanos. En un primer período, coincidiendo con una fase inicial de reversión democrática global, una legislatura promedio estaba compuesta por dos partidos. Entre las décadas de los ‘40 y los ‘60, se registra un incremento progresivo en la fragmentación del sistema de partidos, con un promedio cercano a 2,5.
Durante la década que abarca desde principios de los ‘60 hasta mediados de los ‘70, se observa una reducción en el número de partidos, asociada a quiebres democráticos y el cierre de la mayoría de los congresos. Este período se presenta atípico para el análisis del indicador de fragmentación de los Congresos, dado que la mayoría de los países carecían de regímenes competitivos o de congresos abiertos. En algunos países (Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá, Perú), el Congreso estuvo clausurado aproximadamente la mitad de este período. En otros casos, como Haití y México, el Congreso estaba abierto, pero bajo control presidencial. Únicamente Colombia, Costa Rica y Venezuela mantuvieron regímenes competitivos y congresos abiertos. Con el retorno a la democracia en la región durante la tercera ola, se evidencia un aumento significativo en la fragmentación de los sistemas de partidos. Los congresos que permanecían cerrados son reabiertos y se registra un incremento en el número de partidos relevantes, alcanzando un promedio ligeramente superior a los 3 partidos.
«En síntesis, en un contexto de competencia sin precedentes en la región, se percibe el período de mayor fragmentación en los sistemas de partidos latinoamericanos».
Contrariamente a las predicciones de la literatura inicial, cuando el sistema de partidos estaba concentrado en pocos partidos, la democracia no funcionó. En un contexto de mayor fragmentación, surgen interrogantes sobre cómo ha variado el respaldo de los presidentes en los Congresos y cómo han establecido y mantenido coaliciones.
Apoyo parlamentario del presidente y coaliciones
En nuestra investigación también evaluamos la presencia del presidencialismo de coalición como posible contrapeso al impacto adverso de la fragmentación partidaria. Empleamos dos indicadores clave para medir la fuerza del presidente en el Congreso: la proporción de escaños del partido del presidente en la Cámara Baja y la proporción de escaños que conforman la coalición del presidente (en caso de existir). Esto en el entendido de que la literatura señala que los presidentes con un respaldo minoritario pueden generar bloqueos institucionales que amenazan la estabilidad democrática, y que el presidencialismo tiene una dificultad inherente para forjar y mantener coaliciones.
El gráfico a continuación presenta la evolución de estos indicadores a lo largo del periodo estudiado. Se observa una disminución general tanto en el respaldo al partido del presidente como a su coalición. Hasta los años ´50, el respaldo parlamentario al partido del presidente era significativamente alto (más del 60%) y se elevaba aún más al considerar su coalición (más del 75%). Sin embargo, este fenómeno se da en un contexto donde pocos países eran competitivos, algunos congresos eran unipartidistas y otros permanecían cerrados. Este periodo exhibe una concentración de poder en el Ejecutivo, reflejando democracias débiles o inexistentes.
Entre los años ´60 y parte de los ´70, el respaldo parlamentario del presidente continúa disminuyendo, aunque en promedio permanece por encima del 50%, en un contexto de retroceso democrático en América Latina con muchos congresos cerrados. En la tercera ola democrática, desde finales de los ´70, persiste la disminución en el control parlamentario del presidente, aunque su coalición en promedio alcanza el 50% de los escaños.
En resumen, según la literatura especializada sobre presidencialismo y democracia, los presidentes con un menor respaldo legislativo representan un riesgo para los regímenes competitivos. No obstante, la evidencia indica que las democracias latinoamericanas han experimentado su periodo más estable y prolongado cuando los partidos de sus presidentes han contado con un menor respaldo parlamentario. Además, han logrado conformar y mantener coaliciones legislativas.
Reflexiones finales
Nuestra investigación ha identificado perspectivas a largo plazo que muestran transformaciones en los sistemas latinoamericanos hacia una mayor fragmentación de los partidos políticos. Esto se refleja en partidos presidenciales más reducidos en el Congreso y en la formación de coaliciones legislativas como base de respaldo.
«La persistencia de la democracia en América Latina, incluso en circunstancias inicialmente consideradas poco prometedoras, como la presencia de sistemas multipartidistas y partidos presidenciales con menor influencia en el Congreso, representa un hallazgo importante de nuestro trabajo».
En particular, resalta la relevancia del presidencialismo de coalición en la tercera ola democrática y tiene implicancias importantes para la literatura que busca explicar la estabilidad política en la región.
Aún más, cuando la región exhibió menores niveles de fragmentación en sus sistemas de partidos y cuando sus presidentes tuvieron una mayor influencia partidaria en el Congreso, las democracias latinoamericanas fueron más inestables. Por tanto, al considerar la región en su totalidad a lo largo del tiempo, se observa que el dominio del Poder Ejecutivo ha resultado más perjudicial para la democracia que su debilidad. Estos resultados coinciden con una investigación precedente donde abordamos la concentración del poder en manos del Ejecutivo y su impacto en la supervivencia democrática.
*Artículo realizado en base a Pérez-Liñán, A., Schmidt, N., & Vairo, D. (2023). Partidos legislativos y coaliciones políticas en América Latina (1925-2019). Política y gobierno, 30(2). Disponible en: http://www.politicaygobierno.cide.edu/index.php/pyg/article/view/1666
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