Aunque el número de democracias en la región se mantiene, su calidad se ha resentido.
Más de la mitad de las democracias en América Latina y el Caribe sufren erosión democrática, y una de ellas, Brasil, se encuentra en un episodio de retroceso democrático. De suma preocupación son los ataques a los órganos electorales y el impacto negativo de la pandemia en los derechos civiles y la libertad de expresión. Al mismo tiempo, los regímenes híbridos de la región se deterioran y los regímenes autoritarios se afianzan.