Back to overview

¿Por qué deberíamos preocuparnos por las percepciones de los ciudadanos sobre la democracia?

Tradicionalmente, los formuladores de políticas, las agencias gubernamentales, las organizaciones internacionales y los financiadores han confiado en los analistas expertos en democracia y los datos que producen para orientar sus decisiones. Por lo tanto, las evaluaciones de los expertos pueden tener un impacto significativo en cuestiones como la financiación o las ayudas, lo que, su vez, puede tener efectos sustanciales en la vida de las personas. Sin embargo, el informe de la Encuesta de Percepciones de la Democracia (PODS) publicado recientemente revela una brecha significativa entre las evaluaciones de los expertos y las percepciones de la gente común sobre la democracia. El informe apunta a una pregunta difícil pero importante: ¿los métodos que usan los expertos para evaluar el desempeño de la democrática están fallando al obtener una imagen completa? ¿Las evaluaciones de los expertos están pasando por alto lo que realmente le importa a la gente en sus sistemas democráticos?

¿Qué pierden de vista los expertos?

Quizás una pregunta importante que debemos hacernos al pensar en estas lagunas en la evaluación de la democracia sea: ¿qué no perciben los expertos en sus evaluaciones y por qué? Más allá de las diferentes interpretaciones de conceptos y áreas de interés, otras razones de esta brecha podrían encontrarse en la diferencia en los plazos y fuentes que los expertos y la gente común utilizan para sus evaluaciones. Los expertos se centran en procesos generales y de largo plazo, y en tendencias comparativas, y buscan datos de fuentes legítimas, verificables y estandarizadas. Las personas, por otro lado, obtienen información de las redes sociales, programas de televisión, periódicos e interacciones diarias con amigos, familiares y vecinos. Más importante aún, las personas forman sus opiniones a través de sus propias experiencias con temas clave como la seguridad, el acceso a servicios básicos, el costo de vida, etc.

Mientras que los expertos se preocupan por la objetividad y la comparabilidad, a las personas les importa la información que tenga sentido en su contexto y se alinee con sus valores, que a menudo están vinculados a sus comunidades locales. Por ejemplo, si las personas de su comunidad históricamente han experimentado discriminación y maltrato policial, es poco probable que busque ayuda policial y, en cambio, encontrará otras formas de protegerse o resolver problemas. Esta actitud hacia la policía probablemente prevalecerá incluso si su país ocupa un lugar destacado en el estado de derecho y su aplicación predecible, e incluso si usted nunca ha sufrido personalmente maltrato y discriminación policial.

Otra posible explicación puede ser que los expertos tienden a observar el desempeño de las instituciones y los procesos institucionalizados, mientras que los ciudadanos, especialmente las comunidades marginadas, experimentan la democracia a través de otros medios y fuentes, precisamente porque están marginados por esas mismas instituciones. Por ejemplo, sería irrelevante observar cuán profesional es el sistema judicial en un país determinado si la gente no puede acceder a ellos. Del mismo modo, no tiene mucho sentido comprender cuán eficientes y confiables pueden ser las máquinas de votación si a la población que las usará no le interesa votar porque siente que los candidatos no la representan. Por lo tanto, hay muchas cosas relacionadas con el funcionamiento y cumplimiento de una democracia que no pueden (sólo) encontrarse en la mecánica de su aparato institucionalizado.

 

Conclusiones clave

Las opiniones públicas sobre lo que constituye un buen gobierno o unas elecciones justas pueden variar mucho dependiendo de las experiencias históricas de una comunidad con el sistema judicial, los niveles de tolerancia a la corrupción o las experiencias con el racismo institucionalizado o la violencia política. Al mismo tiempo, los aspectos de la democracia que más significan para los ciudadanos comunes son aquellos que tienen que ver con su realidad inmediata, especialmente en contextos de crisis, inseguridad, pobreza o conflictos armados. En este sentido, comprender cómo funciona la democracia y cómo se desempeña está muy relacionado con las experiencias vividas y los contextos culturales de las personas dentro de esas democracias. Esto subraya la necesidad de incluir el estudio de percepciones y experiencias en las evaluaciones de la democracia.

Pero ¿por qué los expertos deberían prestar atención a las percepciones públicas de la democracia, especialmente las de las minorías? Los expertos deben prestar atención a las percepciones de los ciudadanos sobre la democracia porque resaltan cómo se vive la democracia a diario. Para lograr la calidad democrática es necesario entender la democracia desde la perspectiva de aquellos más afectados por los cambios en los sistemas democráticos: los ciudadanos comunes y corrientes. Sin comprender sus preocupaciones, prioridades e intereses, no podemos crear agendas políticas, legislación o inversiones exitosas que se dirijan a la gente, dejando espacio para que agendas menos democráticas aprovechen este vacío. Además, sin comprender las percepciones de las minorías, no logramos identificar qué aspectos de nuestra democracia no logran llegar a ciertas comunidades o incluso las excluyen sistemáticamente.

Si bien los expertos tradicionalmente se han centrado en el análisis comparativo y general y en el desempeño institucional democrático, debemos recordar que la democracia está impulsada, sobre todo, por la voluntad de la gente de apoyar, tolerar o cambiar completamente a sus gobiernos. Estas decisiones están profundamente moldeadas por sus experiencias vividas y percepciones de gobernanza.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este comentario son las de los autores y no necesariamente representan la posición institucional de IDEA Internacional, su Junta de Asesores o su Consejo de Estados Miembros.

View our themes

About the authors

Daniela Dominguez
Research Assistant, Democracy Assessment
Close tooltip